Jonio González nació en Buenos Aires en 1954 y vive en Barcelona desde 1983. En 1981 fundó, con Javier Cófreces, la revista de poesía La Danza del Ratón.

Es autor, entre otros títulos, de los poemarios El oro de la república (1982); Muro de máscaras (1987); Cecil (1991); Últimos poemas de Eunice Cohen (1999); El puente (2001, 2003); Ganar el desierto (2009); La invención de los venenos (2015), Historia del visitante (2019) y Esbozos y representaciones (2022). Ha sido incluido en diversas antologías, entre ellas Una antología de la poesía argentina (Santiago de Chile, 2008); Doscientos años de poesía argentina (Buenos Aires, 2010); Antología de poesía argentina de hoy (Barcelona, 2010); Poésie récente d’Argentine: une anthologie possible (París, 2013) y La doble sombra: poesía argentina contemporánea (Madrid, 2014). Como traductor de poesía, sus últimas publicaciones incluyen la antología en dos volúmenes Poetas norteamericanos en dos siglos (2020) y Esperando mi vida, de Linda Pastan (conjuntamente con Rosa Lentini, 2021). ha colaborado traduciendo a varios poetas en In nomine Auschwitz.Antología de la poesía del Holocausto , de Carlos Morales del Coso (2022).
Otros artículos de Jonio González
ROSEMARY SULLIVAN

Rosemary Sullivan nació en Valois, un pequeño pueblo de la provincia de Quebec, en 1947. Estudió en las universidades de Connecticut y Sussex, donde obtuvo su doctorado con una tesis sobre la poesía de Theodore Roethke, y fue profesora en las de Dijon y Bordeaux, en Francia, y en la de Toronto. Es autora de numerosos libros de crítica y ensayo, así como de antologías (de poesía inglesa y canadiense, entre otras) y biografías, incluidas las de Elizabeth Smart, Gwendolyn MacEwan, Margaret Atwood o la multipremiada de Svetlana Allilúieva, la hija de Iósif Stalin. Su primer poemario, The Space a Name Makes, de 1986, fue galardonado con el prestigioso Gerald Lampert Award. Obtuvo asimismo numerosas becas, incluida la Guggenheim. Su obra pética se completa con Blue Panic (1991) y The Bone Ladder: New and Selected Poems (2000). Colaboradora habitual de Amnesty International, premiada con la Orden de Canadá por su contribución a la cultura de su país, vive entre Chile y Toronto.
PASAPORTE
Pasamos el torniquete
entramos en tu país.
El ordenador te escupe—
Ya no estás en su mente.
Siempre pensé que un país
era el modo en que los árboles se deshojan
en tu mente o la nieve
cae sobre tu infancia, creía
que formaba parte del paisaje en que te conviertes.
Las historias que hunden sus raíces en la historia
y se repiten como letanías:
la familia,
la escalera de huesos por la que descendiste
de algún lugar.
Pero me dices que un país
es en realidad una puerta.
Pueden cerrarla.
PASSE-PORT
We pass the turnstile
into your country.
The computer spits you out—
You're no longer on its mind.
I always thought a country
was the way the trees unleave
in your head or the snow
falls on your childhood, thought it
part of the landscape you become.
The stories that sink roots into history
and repeat themselves like litanies:
the family,
bone-ladder you descended
from somewhere.
But you tell me a country
is really a door.
They can close it.

EXILIO
Un día una vida se detuvo.
¿Era eso?
¿Archivada? ¿Colgada de un gancho?
Un hombre metió un país
en una maleta junto con sus zapatos
y se marchó.
Viajando
por los espacios intermedios—
el aquí no el allí no:
lo que habías sido
ahora herméticamente cerrado
en la historia de otra persona.
La vía muerta
sin pasaje de vuelta
excepto en tu mente
de modo que ningún lugar
era completamente real
y la condena de por vida:
mirar hacia atrás
EXILE
One day a life stopped.
Was that It?
Shelved? Suspended on a hook?
A man packed a country
in a suitcase with his shoes
and left.
Travelling
the spaces in between—
the not-here the not-there:
what you had been
now sealed
in someone else's story.
The dead end
with no return ticket
except in your head
so that nowhere
was quite real
and the sentence for life:
to look back.

ATERRIZAJE
Las nubes se mueven con la precisión
de olas, arremeten contra nuestra espalda,
nos arrastran hacia abajo para ahogarnos.
Debajo: el irregular avance de los Andes,
crustáceos que se deslizan lentamente
bajo el peso del mar.
Aterrizamos
en el suelo de tu psique,
pendemos de un hilo, recorremos
las cubiertas oxidadas de los años
en busca de algo que rescatar
Tememos eso que se alimenta allí en la oscuridad.
Una vez le debiste una vida.
LANDING
The clouds move with the precision
of waves, lunge over our backs,
drag us down to drowning.
Below: the Andes' jagged crawl,
crustaceans lumbering
under sea weight.
We land
on the floor of your psyche,
hang by a thread, scour
rusted decks of years
for salvage.
We fear the thing feeding there in the dark.
Once you owed it a life.
UN GUION ARGENTINO
para N. F.
Hablas de una tarde—
el sol bailaba su danza amarilla
sobre la mesa del bar.
Por encima del borde de tu taza
se detuvo un coche. Dos hombres
bajaban por una calle como en una película—
en la que los extras están ocupados en sus cosas
fingiendo no advertir nada
y la calle no es más que un pretexto
para dar coherencia a la trama—
y de pronto conociste el guion
Toda la vida
has arrastrado
a esos hombres.
Este es el momento
con el que sueñas, noche tras noche, con variantes.
Pero siempre la misma pared,
el mismo silbido del plomo,
despertando, cuando te quitan la venda,
entre los muertos
y aquellos cuyo cabello se ha vuelto blanco,
cinco veces, cinco muertes,
sin morir,
gritando dentro de tu cabeza.
AN ARGENTINIAN SCRIPT
for N. F.
You speak of one afternoon—
the sun was doing its yellow dance
across the cafe table.
Above the rim of your cup
a car stopped. Two men
descended a street as in a film—
where the extras go on with their business
pretending not to notice
and the street is just a pretext
to pull the plot together—
suddenly you knew the script.
All your life
you've dragged these men
behind you.
This is the moment
you dream each night, differently.
But always the same wall,
the same hot hiss of lead,
waking, when the blindfold's off,
among the dead
and the ones whose hair turned white,
five times, five deaths,
undied,
screaming inside your head.






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