Un mosaico breve y cortante: piezas mínimas que funcionan como golpes de luz sobre lo absurdo, lo trágico y lo grotesco. La música de Jordi Heras actúa aquí como un hilo que descompone y recompone las frases, convirtiendo cada microrrelato en un pequeño ritual sonoro donde el lenguaje experimental se permite el desvío y la ironía.
El astronauta. Un viaje que no era una epopeya, sino la puesta en escena de una derrota cotidiana: la monumental inversión humana y técnica reduce su sentido a una picazón inaccesible. La decisión final —un gesto íntimo, casi humillante— es la catarsis y la sentencia: la grandeza tecnológica confrontada con lo más minúsculo de la condición humana.
Rango Bongo 1. Comedia negra de persuasión y regresión. Un intento metódico de recuperar un vínculo amado descarrila hacia la extravagancia sentimental: la reliquia íntima se transforma en fetiche, y la moraleja mordaz desmonta la idea romántica del gesto restaurador. Ironía y sexo conviven con una lógica que recuerda a los mecanismos de lo absurdo.
Rango Bongo 2. Microchispa: la mala fortuna condensada en una frase. Humor seco y lapidario que convierte una trivialidad (caries en prótesis dentales) en síntoma existencial de una suerte adversa.
Cucarachas revolucionarias. Texto coral, satírico y profético: insectos que hablan de justicia y violencia desde la distancia de lo incierto. Mezcla de farsa y apocalipsis domesticado; la declaración de poder se quiebra con un anhelo pintoresco (visitar Disney World), y la violencia propuesta queda travestida de absurdo.
En conjunto, textos que pellizcan y descolocan: el experimento estilístico no es gratis —es instrumento para revelar cómo lo grande naufraga en lo pequeño, y cómo el humor negro y la música lo iluminan todo con un pulso inesperado.
EL ASTRONAUTA
El astronauta tenía algunos problemas (no los relacionados con estar solo a millones de kilómetros de su lugar de origen, orbitando sobre una roca aspera sin vida que a nadie le importaba). Lentamente el desánimo lo iba ganando, la ansiedad, la frustrante sensación de que aquella era una manera tonta de llegar al final. No es posible, se dijo, todo este recorrido de millones de dólares invertidos en especialistas en cálculos matemáticos, combustible, comida sintetizada, todo su entrenamiento, la renuncia a los seres queridos, el adiestramiento psicológico para afrontar los riesgos y horrores del vacío; todo se reducía a este instante, aferrado al exterior de su nave mientras reparaba la maldita antena averiada. Ya no lo soportaba… y en el clímax de la desesperación hizo lo único que podía hacer: se quitó la escafandra y se rascó la nariz para liberarse de la atroz comezón que lo torturaba. Inmediatamente murió.
RANGO BONGO 1
Rango Bongo era una persona sumamente metódica. Por lo tanto, había ideado un plan minucioso para recobrar su amor perdido (en realidad, era un agujero negro en donde descargar su recurrente insatisfacción, pero era un agujero negro conocido). Ella era una persona difícil y de convicciones sólidas; entonces, debía recurrir a todas las artimañas seductivas a su disposición. Cuando la tuvo ante sí, le dijo en un tono sumamente firme: nuestra relación ha sido tan importante que he conservado el último preservativo que usamos en nuestra última cópula.
Oh, qué detalle, dijo ella,mientras caía rendida ante tan amoroso argumento, ¿pensás que deberíamos enmarcarlo?
No, dijo Rango Bongo, utilicémoslo hasta saciarnos una y otra vez (las bacterias aumentarán con el tiempo, pero serán unas bacterias conocidas).
Y así, los tres fueron felices hasta el final de los tiempos, ayudados por el hecho de que dos de ellos nunca contrajeron matrimonio.
RANGO BONGO 2
Rango Bongo era una persona con poca suerte. Solo los seres humanos con poca o ninguna suerte tienen caries en su dentadura postiza.
CUCARACHAS REVOLUCIONARIAS
1: ¿Qué es ese ruido?
2: Son los mismos viejos ángeles secando el piso del baño de Dios.
Es el crujido de una estructura que se resiste a la impermanencia
y prefiere la rotura a la modificación.
1: Es que el hombre pensó que era práctico
dejar las gotas como huellas guía en el sendero
de sus crímenes
para que el detective de los nadie
se encargara de encubrirlo.
2: Mientras tanto toma el té
sentado a pocos metros
y planea el próximo estupro.
1: En nombre de sí mismo
El perro ladra al vacío.
Y es una figura extraña.
Pero enseguida podemos notar que
es el equivalente a justificar su plato de comida
ante los ojos del amo.
2: Ante tanto error humano
deberíamos inaugurar el pecado antropomórfico.
Matar humanos será el primer paso.
Bombas atómicas, guerra bacteriológica, destrucción total!!
Podemos sobrevivir a todo eso.
1: Tenemos el poder!!
2: Tenemos el poder!!
Tenemos el poder!! (a coro)
1: Ok. Pero antes me gustaría conocer Disney World.
Gabriel Pereira Spurr
Gabriel Pereira Spurr inventó guiones para obras de títeres de puño a los 7 años y a los 40.El suceso a nivel familiar (no cuenta) provocó que a los 67 quisiera reeditar aquellos exitos en un formato (solo el formato; las narraciones son relativamente recientes) que expresara cabalmente su visión sobre el Universo y cosas más importantes, como el déficit fiscal.
Jordi Heras Fauque
Jordi Heras Fauque empezó grabando programas de radio inventados cuando tenía 7 años. En ellos aparecían personajes extraños, a los que ponía voces aún más inusuales e irreales. Tal vez el proyecto actual donde tienen cabida estos microcuentos sea el otro lado del puente que empezó a cruzar entonces.
La Náusea 
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